EDUCACIÓN INCLUSIVA Y ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD

    ¡Hola! Hoy, en una de las últimas entradas del curso vengo a hablar de la atención a la diversidad y la educación inclusiva. Se trata de una de las cosas más importantes que vamos a tener que tener presentes en nuestro futuro como docentes por lo que vamos a ver un poquito más sobre ello. 

EL BLOG DE MANUELA: ESCUELA INCLUSIVA
Fuente: Google Imágenes

    A lo largo de la historia, el concepto que se ha tenido de las personas con diversidad funcional ha ido variando y evolucionando. En un primer momento, se excluía a las personas diferentes, se consideraban un castigo para sus familias y no se las integraba en la sociedad. Se las consideraba “deficientes”. En el siglo XVI nace la escuela especial, que se desarrolla en mayor medida en el siglo XVIII. Después, nace la pedagogía terapéutica y se comienza a clasificar a las personas con discapacidad según la “deficiencia”. En el siglo XX, surge la tendencia psicométrica, que clasificaba a las personas de acuerdo con su capacidad mental a partir de las pruebas de inteligencia. En 1905 comienza a darse la atención educativa especializada, separada de la organización escolar ordinaria. Con la expansión de la obligatoriedad de la escolarización elemental en Europa, los diversos alumnos con dificultades en el aprendizaje que se encontraron se mandaron a las aulas especiales de la escuela ordinaria y al sistema de educación especial. Esto supuso la formación de profesorado especializado y programas especiales para mejorar el aprendizaje y materiales específicos. 

    En 1978, el Informe Warnock reafirmó el significado de “normalización” y creó el concepto de Necesidades Educativas Especiales (NEE). Esto recogía la idea de que todos tenían que estar tan integrados en la sociedad principal como fuera posible, aceptando a cada persona con sus necesidades, con los mismos derechos que el resto y contando con servicios de apoyo que les permitieran desarrollar sus posibilidades. Este informe buscaba abolir la clasificación de las minusvalías que estaba vigente. De eta forma, se mejoraba la autoestima y el desarrollo de las capacidades de las personas con discapacidad. Además, tenían aprendizajes realistas para su autonomía personal y laboral. 

    Hoy en día, se ha optado por sustituir el término “integración” por el de “inclusión”. La educación inclusiva tiene como objetivo valorar la diversidad puesto que enriquece el proceso de enseñanza-aprendizaje y el desarrollo humano. La inclusión presenta la educación regular y la escuela común como el lugar para que todos puedan aprender juntos, sin importar sus condiciones personales, sociales o culturales. No existe la discriminación, tan solo se lleva a cabo el derecho a la educación, la igualdad de oportunidades y de participación. Una de las bases de la educación inclusiva es la enseñanza adaptada a las necesidades personales de cada uno, sin importar si estas son necesidades educativas especiales. La inclusión, de acuerdo con algunos autores, va más allá de un modelo educativo, sino que es un conjunto de actitudes, valores y creencias que tienen que tener los agentes de la comunidad educativa. 

    Se busca la oportunidad de igualdades auténtica, la creación de una educación de calidad para todos los estudiantes, con una igualdad de expectativas y resultados. Es decir, se trata de una “escuela para todos”. La inclusión concibe la escuela como algo más allá de las actividades que se realiza en el aula, sino como un fenómeno en el que toda la comunidad educativa participa. 


    Así, para llegar a la inclusión, debe existir la atención a la diversidad. Esta debe estar garantizada por los Estados para conseguir cumplir el derecho a la educación de todos los niños y niñas, reconociendo la diversidad inherente que existe en ellos, oponiéndose a las desigualdades. 

    En Castilla La-Mancha, el Decreto 85/2018, de 20 de noviembre, por el que se regula la inclusión educativa del alumnado en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, busca que se cumpla la educación de calidad para todos los estudiantes, es decir, asegurar una verdadera inclusión educativa.

    En conclusión, considero que la gran diversidad existente en la sociedad, como la diversidad funcional, diferentes culturas, diferentes modelos de familia, etc., debería reflejarse y se refleja en las aulas. Y esto no debe considerarse como algo negativo o un “peso” como docentes. Sino que se debe ver el potencial de la diversidad para la mejora y beneficio de toda la comunidad educativa. Si bien es cierto, que la inclusión educativa no puede darse solo de palabra, debe haber una gran inversión en Educación. Por ejemplo, para que se instaurase el modelo de docencia compartida, es decir, dos profesores por aula para poder llegar a atender la diversidad de cada alumno. 

Fuente: El País

    Durante toda la entrada presento varios vídeos que son muy interesantes de ver, especialmente el primer vídeo, el de Silviana Corso, que permite ver con claridad la importancia de la inclusión educativa para la creación de ciudadanos democráticos de una sociedad diversa y los beneficios que tiene al inclusión para todos sin distinción. 

Sofía Rodríguez 

Referencias bibliográficas:

Araque, N., y Barrio, J.L. (2010). Atención a la diversidad y desarrollo de procesos educativos inclusivos. Prisma Social, Revista de Ciencias Sociales, (4), 1-37. 


Decreto 85/2018, de 20 de noviembre, por el que se regula la inclusión educativa del alumnado en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. [2018/13852].  https://www.educa.jccm.es/es/normativa/decreto-85-2018-20-noviembre-decreto-inclusion-educativa


Parra, C. (2010). Educación inclusiva: un modelo de educación para todos. Revista ISEES, (8), 73-84. 

Zafra, I. (Marzo 15, 2021). La revolución de los dos profesores en el aula se abre paso en la educación pública. El País. https://elpais.com/educacion/2021-03-14/la-revolucion-de-los-dos-profesores-en-el-aula-se-abre-paso-en-la-educacion-publica.html 

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